martes, 4 de marzo de 2014

Galileo

Cuando viajamos en coche, después de una recta larga ¿no habéis pensado nunca cómo pasan los árboles y las casas? Los niños pequeños suelen ser los que más se fijan en este efecto. Y es muy importante esto para entender la astronomía.

Al viajar en coche nosotros estamos parados dentro del coche, y lo que parece que se mueve es el resto del mundo que está fuera del coche. Si no fuese por las curvas y los acelerones no nos daríamos cuenta de que nos movemos. Lo mismo pasa con la tierra, se mueve, pero nosotros que estamos dentro de ella no tenemos la impresión de movernos, sino que es el sol el que se mueve a lo largo del día. Y no nos damos cuenta porque no hay acelerones, ni cambios de dirección.

Cuando queremos plasmar matemáticamente el movimiento tenemos varias posibilidades: el objeto A se mueve y el B está quieto, el A está quieto y el B se mueve (la velocidad es igual, pero de signo contrario a la del caso anterior). Incluso podemos encontrar diferentes fórmulas moviéndose A y B (como un coche que adelanta a otro). ¿De qué dependen las fórmulas? Del punto de referencia. Y es que necesitamos una referencia que SE ESTÉ QUIETA para poder calcular la velocidad. Si mi referencia es el coche, lo que se mueven son los árboles a X velocidad hacia atrás, pero si mi referencia son los árboles, el coche es el que se mueve a X velocidad hacia adelante.

Antes de Galileo (años 1600) el criterio era que la tierra estaba quieta, algo que parece lógico ya que nosotros en nuestro tiempo (siglo XXI) tampoco tenemos la sensación de que la tierra se mueva. Y las fórmulas del movimiento de los astros eran posibles y calculadas.

¿Cuáles fueron los avances de Galileo? El primero el telescopio, con el que pudo observar mejor los astros. De esta forma pudo distinguir los planetas del sistema solar del resto de estrellas porque al verlos por el telescopio estos se hacían más grandes. Descubrió satélites en Júpiter, que giraban alrededor de Júpiter en vez de alrededor de la tierra. Vio montañas en la luna, luego los astros no eran esferas perfectas, y calculo que las manchas solares estaban en el sol y que no eran cuerpos que hacían sombra a este.


A partir de esto elaboró una TEORÍA. La tierra no es el centro sino el sol. Y es que las fórmulas matemáticas de este modelo se simplificaban un montón de esta forma. La referencia para todos los cálculos era ideal para el sistema solar. Y es teoría porque no había pruebas y en palabras de Galileo "todo parece indicar...".

¿Y que pinta la Iglesia en esto? Se acusa a la Iglesia con meterse con la ciencia, pero fue Galileo el que dijo que si la tierra no es el centro del universo, el hombre no es el importante en la creación siendo deslazado. Para la teología cristiana esto no se podía entender aunque la importancia afectiva (de Dios hacia el hombre) no tiene que significar que esté en el centro físico. Es como pretender que nuestra persona más querida tuviera que estar en el centro de la habitación siempre, porque es nuestro centro de atención.

La Iglesia inició un juicio para ver donde estaba la verdad. Galileo presentó su teoría, pero sin pruebas concluyentes se quedaba en solo teoría. Se le presiona (tortura) para que haga una confesión, ya que las pruebas tampoco eran suficientes para hacer una condena. Galileo se retracta de la teoría y se le condena a arresto domiciliario de por vida. Arresto que Galileo aprovecha para seguir investigando con permiso.

En la condena hay dos partes, una en la que se declaran absurdas las teorías científicas y otra en la que se declaran heréticas las ideas teológicas. ¿Dónde está el fallo de Galileo? Le faltó Newton y su teoría de gravitación universal. Necesitaba pruebas físicas, no solo cálculos matemáticos.

Por todo esto se puede decir que Galileo es un científico avanzado a su tiempo, casi cien años. Aunque equivocado en algunos aspectos (las mareas, el sol no es el centro del universo y otros) tiene el mérito de que para su momento histórico aplicó un método científico e hizo grandes observaciones dando un cambio a la mentalidad científica. Es responsable del nacimiento de la ciencia moderna como afirmaron Stephen Hawking, Albert Einstein o Juan Pablo II  en su primer discurso a la Academia Pontificia de las Ciencias.

"La Iglesia de la época de Galileo se atenía más estrictamente a la razón que el propio Galileo, y tomaba en consideración también las consecuencias éticas y sociales de la doctrina galileana. Su sentencia contra Galileo fue razonable y justa, y sólo por motivos de oportunismo político se legitima su revisión.” Paul Feyerabend, filósofo agnóstico y escéptico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario